El día 9 de octubre 2017 la Asociación para el Diálogo celebró sesión para debatir el tema de la estructura del Estado en España.
Ha sido ponente el catedrático Bartolomé Clavero. Comenzó el acto con una breve presentación por Francisco Acosta, e intervino como moderador el Presidente de la Asociación Victorio Magariños.
Bartolomé Clavero expuso las diversas posibilidades que nuestra Constitución de 1978 preveía en diversos artículos desperdigados y carentes de una sistemática y definición clara. Desde una estructura política paraestatal, con parlamento y gobierno para la Comunidad del artículo 151, con Asamblea Legislativa, Consejo de gobierno y Presidente, prevista en el artículo 152, hasta la indefinida del a. 143, con diferente naturaleza, por mucho que se las asimile en el ámbito competencial.
Tampoco se relaciona en la Constitución la distinción 143 y 151 con la de nacionalidad o región, ni con la de foral y no foral. Aunque, sostiene el ponente, que en la Constitución hay pistas para relacionar los distintos criterios de distinción.
Existían regímenes preautonómicos que ya dibujaban el mapa autonómico de España. Y también autonomías previas como la dela zona vasco navarra, que posee un régimen foral propio, y en cuanto a Navarra con previsión de incorporarse a la autonomía vasca (Disposición Transitoria cuarta).
Y el caso distinto de Cataluña, en el que se parte del restablecimiento provisional de la Generalidad; y sólo en este caso se restablece una institución histórica (DL 29 septiembre de 1977).
Existe pues una opción constitucional por la distinción de las autonomías o sea contra su homogeneización. De lo que se trataba era de acomodar el País Vasco y Cataluña en una España constitucional. De ahí el reconocimiento de las nacionalidades y de la foralidad y el carácter bilateral de fondo confederal de los Estatutos 151.
Se trataba pues en la Constitución de construir un Estado plurinacional.Sin embargo se produjo una homogeneización. Y hoy lo único reconocible son las autonomías. Superar la crisis de Cataluña sin recuperar el horizonte de la Constitución con su componente confederal no parece la mejor salida.
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A continuación se abrió un debate en el que se expusieron distintas opiniones. Se hizo hincapié en los cambios económicos y políticos que se produjeron en los últimos cuarenta años. En el principio de igualdad que la Constitución proclama como básico. En que la misma CE se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible. En la tendencia a la uniformidad legislativa, que se impulsa desde la Unión Europea.
En el siguiente enlace podrá leer el artículo Nacionalidades y Regiones para la Constitución de Bartolomé Clavero.